martes, 15 de marzo de 2011

Asi Escriben Los Masazk

Ane lander lana

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Carta de amor

Hola: Me llamo Lucía y voy a contaros una historia de amor a la cual considero la primera de todas y la más importante.
Yo no creía en el amor a primera vista hasta que apareció él.
Un día de verano me encontraba sentada con un par de amigas junto a mi nuevo colegio. De repente vi a lo lejos una silueta, a mi parecer perfecta que se aproximaba a mí hasta el punto de llegar a cruzarnos miradas. Me quedé como una boba mirando le fijamente, cuando de repente saltó la voz de una de mis amigas y dijo:
-No se si os conocéis, pero os voy a presentar, Lucía Nico, Nico Lucía.
Me apareció una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro, vamos en resumidas cuentas, la típica sonrisilla de una niña enamorada.
Desde ese preciso momento, el único motivo al que doy gracias a vía tuenti es que intercambie mis primeras palabras con Nico.
Estuve pensando por unos minutos antes de hablarle, el tema que podríamos hablar para sacar conversación. Me decidí por contarle que me iba a ir a otro colegio, su respuesta fue:
¿ a que colegio te veas?
Y le respondí con el nombre del suyo.
Se acabó el verano y tocaba empezar la misma rutina de siempre, el levantarse pronto, el hacer las cosas deprisa y corriendo para no perder el autobús...
Estaba más nerviosa que nunca pese a que era mi primer día en mi nuevo colegio.
El autobús llego a mi parada y me senté en el primer asiento de atrás que vi libre.
Siguiente parada la suya, esta vez fue a él a quien se le puso una sonrisa en la cara.
Se sentó dos asientos más atrás que yo.


En una hora de clase pedí permiso para ir al baño y así de paso daba una vueltilla para airearme un poco.
De pronto noté una caricia en mi espalda y una preciosa voz que decía; tenemos que hablar.
Sin girarme no podía imaginar que esa frase había salido de su boca, e inconscientemente respondí, eh?
Y él más tranquilo me lo volvió a repetir.
Se me quitaron esas ganas de ir al baño y aparecí por clase con una sonrisa de las mías.
Por ese día ya me había hecho feliz!
Esa tarde le llamé y decidimos conocernos mejor.
Llegó el día que más esperaba, el día que nuestros labios decidieron unirse como imanes y no despegarse en un buen rato.
Quizás no fuera mi primer beso, pero si el que más me hizo sentir.
Llegamos a conocernos, eso sí, tuvimos nuestras peleíllas…
Hasta un punto que decidimos por el bien de los dos estar un tiempo distanciados.
Hasta hoy que todavía sigo con la esperanza de que cambie de opinión y me deje demostrarle quizá lo que no le demostré estando juntos, el que LE QUIERO.